Descubren el verdadero origen del alien de Atacama
Los propulsores de las teorías extraterrestres se frotaron las manos en el año 2003 cuando se descubrió lo que parecía ser un auténtico esqueleto de alien en el desierto de Atacama. Una criatura tan extraña como sorprendente de cráneo y mandíbula alargada y que podía caber en la palma de una mano. Sin duda, un ser que parecía de otro mundo y que siempre ha estado rodeado de numerosos enigmas ocultos. Ahora, quince años después, por fin han descubierto el verdadero origen del alien de Atacama ¿Te lo vas a perder?
Un alien muy humano
Todo concuerda. Las formas y el metabolismo de este extraño organismo coincidía con las descripciones habituales de extraterrestres y las altas dosis de ocultamiento sobre el tema daban cada vez más esperanzas a los conspiranoicos. El alien de Atacama ya había sido examinado con anterioridad y, además de su ínfimo tamaño, este esqueleto contaba solo con diez costillas, a diferencia del resto de humanos que tiene doce. A partir de este momento, muchos fueron los que afirmaron haber encontrado un extraterrestre, otros muchos tacharon el hecho como una mera falsificación. Sin embargo, ambas teorías son completamente erróneas.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Standford ha decidido resolver un enigma que llevaba tiempo coleando entre la comunidad científica. Para ello, los científicos han realizado un estudio genético exhaustivo del esqueleto determinando que su origen no es extraterrestre, sino humano. Los estudiosos consiguieron extraer una muestra de ADN de una de las costillas del cadáver para averiguar que el «alien de Atacama» era en realidad un feto humano.
Sí, parece surrealista que hayan tenido que pasar tantos años para resolver el enigma. Los científicos han asegurado que el cadáver pertenece a una niña de unas 22 semanas de vida que se encontraba en plena formación. Un feto que fue afectado por genes tales como KMT2D, TRIP11, COL2A1 y PCNT consiguiendo que se generaran deformaciones en las distintas partes del cuerpo. Sin duda, un duro golpe para los amantes de las teorías extraterrestres que tendrán que seguir buscando esa prueba que demuestre que todas sus investigaciones pueden ser refutadas.